Drakengard

La historia de Drakengard comienza cuando el Imperio asedia el castillo de la diosa Furiae. La Alianza lo defiende a duras penas. Entre sus filas se encuentra Caim que es gravemente herido. Debido a que la batalla estaba perdida te ves obligado a socorrer a Furiae. En el castillo encuentras a un dragón rojo.

Por un momento, Caim iba a matarlo pero desiste y le ofrece al dragón (en realidad es una dragona) que formen un pacto. Ella acepta y sus corazones se unen aunque tal unión conlleva un sacrificio, ya que Caim perdió el habla. Una vez renacido Caim con su dragón empezaron a expulsar de los alrededores a las tropas Imperiales, pero se da cuenta de que los soldados del Imperio han conseguido entrar, así que se dirige allí a solas. En el castillo se encontraba Furiae protegida por Inuart, amigo de la infancia de Caim y estaba locamente enamorado de Furiae.

Una vez terminada la batalla, se dan cuenta de que la diosa esta desprotegida, así que deciden ir a los poblados elfos. En el bosque, te das cuenta de que el Imperio se ha extendido por todo el continente. Tras enfrascarte en algunas batallas llegas al poblado elfo que esta destruido. Mientras estas allí encuentras un soldado imperial muerto y al lado suyo un texto que menciona a los Custodios. Allí Caim y su dragón perciben la presencia de otro hombre que ha hecho un pacto. Se dirige entonces al desierto donde rescata a ese hombre de una prisión imperial. Su nombre es Verdelet, es un sacerdote que hizo un pacto con un dragón petrificado, su sacrificio fue la calvicie permanente.

En el desierto, Caim se da cuenta de que el Imperio trata de romper los sellos, así comienza una lucha contra reloj que te llevará a 5 finales y donde conocerás a 3 aliados (Seere, Arioch y Leonard) todos ellos también han hecho un pacto.



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